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La luna incendia los cerros se oyen alaridos que vienen desde lejos, la brisa es cálida y consigo trae el olor a carne quemada y putrefacta, las campanas tañen sin cesar, los cascos de los caballos de la Apocalipsis truenan y retumban el suelo, esto es estremecedor, la gente, corre, grita, oran para que esto termine, otros se asfixian en el infierno de sus pecados.
Del cielo caen aves muertas y la lluvia sabe a sangre, algunos se arrastran suplicando perdón, otros blasfeman gritando contra “Dios” y otros dicen que esta “loco”…
El Cristo de Mayo llora, las estrellas caen al mar y lo hacen un tormento, los vientos son horrorosos y vienen junto con los gemidos de la muerte.
Dicen que Dios se despertara al séptimo día y comenzará una nueva vida.
Elizabeth Araya V.
